sábado, 21 de abril de 2012

"Me gustaba mucho que ella me hablara, pues sentía que sus palabras escondían todo el amor que sus silencios camuflaban"
Apenas tenía quince años cuando ella se cruzo conmigo por un pasillo. Lo recuerdo como si fuera ayer.
Una casualidad junto con un poco de suerte hicieron que ella empezara a formar parte de mi vida y que por motivos que aún desconozco se convirtiera en un pilar de mi existencia
Apenas al tiempo de descubrirnos una serie de imprevistos nos llevaron a admirarnos desde lejos pero sin alejarnos nunca del todo.
Tal y como corren as noticias de un naufragio, llegó a mi por  boca de mi hermano que su salud estaba débil y que su luz empezaba a querer apagarse.
Fue pasando el tiempo y a medida que las horas transcurrían nuestras conversaciones eran cada vez más absurdas.
Su debilidad era sabida por todos menos por mí; no hay peor ciego que el que no quiere ver.
Efectivamente llegó el día en el que las conversaciones se acabaron. El cáncer la estaba devorando y fue entonces cuando reapareció mi miedo.
Ya no hallaba forma alguuna de acercarme a ella, no sabía como franquear la barrera que las circunstancias habían interpuesto entre ambas.
Una sola vez logré agarrar su mano, vislumbré la realidad y se me agotaron las palabras.
Llegó la muerte y con ella las lágrimas, la tristeza y la desolación. Acompañando a esta huida de su cuerpo, su alma se fizo fuerte dentro de mí.
No llegará el día en el que logre perdonarme el miedo que sentí y la poca valentía que demostré.
Si alguien me pregunta por que la quise tanto no sabría contestar. Tal vez vi en ella el reflejo de lo que yo quería ser en el futuro. No hay día desde entonces en que no la recuerde.
Tal vez sea duro pero sé que siempre me acompañará la profunda tristeza de no haber estado a su lado.
Debo dejarla ir, pero aún no estoy preparada. Solo alcanzo la calma cuando escucho una canción de Serrat que ella amaba... "Donde quiera que estés...

jueves, 12 de abril de 2012

Bailando entre los recuerdos



Acabo de entrar en mi habitación, en la misma en la que pasamos tu y yo infinitas horas. He visto la persiana entre abierta, como la dejabas tu cuando querías fumar y la botella de agua verde sobre la mesita de noche. Hay algo en todo esto que me recuerda a tí. Tal vez sean los cojines o la almohada que tanto detestabas, el caso es que inevitablemente aquí hay una pequeña parte de tí. 
Si miro al techo siento tu mano rozar la mía y tu voz acariciar mi oído, susurrandome el nombre de las estrellas… Tu ya tienes tu princesa y yo también, pero deja que esta noche me zambulla en la nostalgia que me produce saber lo felices que fuimos algún día.
Tu por tu camino y yo por el mío, aunque por desgracia para mi, se que mis pasos siempre irán marcados por lo que tu llegaste a representar un día.
Siempre tuya.


M

domingo, 18 de marzo de 2012

Si, lo confieso.

Si, lo soy. Lo confieso finalmente, cediendo a la presión.

Soy adicta a sus ojos.
Soy adicta a sus manos.
Soy adicta a su pelo.
Soy adicta a su olor.
Soy adicta a su piel.
Soy adicta a su boca.

Amo que me mire.
Amo que me hable.
Amo hasta que me riña.
Amo su sonrisa.
Amo su tacto.
Amo su color favorito.

Adoro como camina.
Adoro como respira.
Adoro como duerme.
Adoro como me mira.
Adoro sus manías
Y por su puesto, adoro todo su cuerpo.

Y si, me gusta todo de ti. Tu desde el principio hasta el final.

jueves, 15 de marzo de 2012

¿Ingenua?

"Si mañana una pequeña me cuenta una historia similar, la cogería la mano y saldría corriendo para ayudarle a escapar del infierno que recaería sobre ella.."
Esta tarde, sobre el sillón rojo de mi casa y con un cigarro en la mano ha decidido abrirme su corazón y describir paso a paso los últimos coletazos de lo que empezó siendo un sueño y acabó siendo una pesadilla.
Sería complicado que yo quisiera resumir ahora tres años en unas líneas por eso prefiero quedarme con la reflexión que ella ha hecho esta tarde aquí, a mi lado, apurando las caladas de un cigarro que estaba a punto de morir.

"Marta, no tengo ni idea de si esto me va a servir o me ha servido, no se si algún día lograre entender por que de un plumazo me arrebató cada pizca de ingenuidad que podía conservar. No puedo pensar en lo que tengo ni en lo que quiero, solo se que estoy viva y no quiero perdérmelo. He pasado los últimos años encerrada en una historia que me estaba sepultando, enganchada a unos ojos que me estaban destruyendo. Siento como si me hubiera liberado de una carga, como si después de un camino me hubiera quitado por fin la mochila, soy libre. Solo tengo una cosa clara y se resume en poder escoger lo que no quiero. 
No quiero más kilómetros, no quiero más aviones ni más trenes, no quiero terceras ni cuartas personas, no quiero encuentros nocturnos que se conviertan en pesadillas. No quiero 5000 mensajes en la bandeja de entrada, no quiero llamadas a las cinco de la mañana con lágrimas de por medio, no quiero escuchar nunca más "te echo de menos" porque no quiero extrañar jamás, no quiero confiar en "buenas noches cariño, te quiero", no quiero mirar para un lado esperando que esté ahí, no quiero y punto".

Pues bien, parece que lo tiene claro. Después de tres años golpeando contra si misma ha reunido el valor de dejar el pasado atrás. Me atrevería incluso a decir que es capaz de meterse en la cama por las noches y no llorar ni extrañar. Casi estoy segura de que puede mantener los ojos cerrados y no marearse, se está empezando a curar.

En ocasiones las relaciones se complican, los problemas se encadenan y nos adentran en una espiral de absurda autodestrucción. Nos enganchan y nos ciegan, nos impiden ver con claridad, nos "atontan". Un corazón viejo y cansado, torpe y a veces desquiciado. Una vida que poco a poco va recobrando el sentido y una niña que empieza a crecer. El reflejo de lo que fue y ya no es, los resquicios de la que antes se paseaba por las nubes con total indiferencia.
Hay canciones que con el tiempo olvidas escuchar e incluso algunas que intentas evitar por cualquier medio. Letras con melodía que te hacen pensar que un día fuiste inmensamente feliz e inmensamente triste. Una mezcla de sensaciones que se empeña en demostrarte que eso que tan feliz te hizo es exactamente lo mismo que casi te destruye.
¿Cuál es el precio de la felicidad? ¿Merecen la pena unos días felices a cambio de una eternidad de tristeza?

Deja que ahora sueñe, que vuelva a subir a la luna, que desee conocer y conquistar, que logré de una vez deshacerme de ese borrón andante... Deja que me vuelva a equivocar, deja que sea yo la que decida, la que aprenda y la que caiga para volverse a levantar.

Ahora nadie toma las decisiones por ella, ahora es ella quien manda, ahora las riendas de su vida las controla ella misma. Ahora no es trabajo o universidad, ahora no es marsonsa o marta, ya no es una estrella o un corazón. Simplemente es ella, sin dobleces ni escondites, en esencia, esa que un día fue y que poco a poco va recobrando.

miércoles, 1 de febrero de 2012

María Aguado


Hace dos años mi pequeña amiga, María Aguado sacaba su primer disco al mercado con "Tiempo al tiempo" como título del mismo.
Ahora el mundo ve por primera vez su segundo disco "Me toca a mi".
Me gustan las canciones de María, escucharla en directo se convierte en la mejor de las sensaciones, consigue que afloren los más sinceros sentimientos y que el corazón abra sus puertas de par en par para dejarse embriagar por esa voz.
Ayer tuve el placer de poder entrevistarla por segunda vez y espero que no por última, interpretó para mi y para todos los oyentes de RadioCEV una de las canciones que más me han llegado a lo largo de mi vida, "Al despertar". Está canción habla de todo eso que yo siempre quise decir y jamás dije.
Sin dejarme llevar más por el sentimentalismo ni descubrir partes de mi que ni siquiera yo conozco al completo me despido dejando aquí la entrevista que hace un año grabamos con motivo de la gala ES.CEV.
Muchas gracias María, por venir a la radio y por compartir conmigo todos y cada uno de tus éxitos. Deseo que subas y subas y te vuelvas inalcanzable porque ese será el momento en el que tu hayas alcanzado tu sueño.

martes, 17 de enero de 2012

Ella es mi mejor regalo

A veces las cosas se tuercen irremediablemente, estamos sin duda sometidos a un futuro del todo incierto.
Recuerdo las miles de veces que sus palabras de aliento recaían sobre mi espalda, que sus manos de porcelana acariciaban las mías como aun lo hacen y espero que aún hagan durante muchos más años.
Pasan cosas que nos sorprenden, que nos hacen caer de golpe a una realidad que sin duda ignoramos o tratamos de evitar a toda consta por no sufrir.
Cuando amamos a las personas no importa como ni donde estén, esta claro que si las amamos las amaremos allá donde vayan.
Está vez la vida, como dice Serrat, me ha besado en la boca y me he despertado sin saber que pasa.

Entre los abuelos y los nietos existe un vinculo difícil de explicar. Hoy mientras le compraba a mi abuela una muñeca en la tienda del hospital, la señora que me aconsejaba me decía que los nietos somos la sal de la vida de los abuelos. Que a los nietos se les consiente todo aquello que no se consiente a un hijo y sobre todo, que un regalo de un nieto se recibe en muchas ocasiones con mayor emoción.
Hoy me ha emocionado ver como mi prima Anita de tan solo 8 años le regalaba a mi abuela de 73, la cual lleva dos semanas en la cama de un frío hospital, una pulsera que había hecho esa misma tarde para ella.
Saber que esa pequeña de rizos siente exactamente el mismo miedo que yo a que algún día nos falten esas manos tan suaves, me ha hecho sentirme pequeña, más pequeña que ella aún.
Hoy mi abuela me cogía la mano y mientras decía que le transmitía cariño, que no todo el mundo puede hacer eso y que por favor la dejara que me tocara. Hoy he comprendido que esa mano que hoy ella me tendía es la que ha estado conmigo durante 22 años. La que ha crecido conmigo, la que me enseñó a dar mis primeros pasos o a decir mis primeras palabras. Ella ha sido y es la sombra de mi madre, esa mujer de pelo blanco que puede con todo, esa señora a la que tantas veces el destino ha querido castigar con cosas a veces innombrables.
Esa madre, abuela, hija, tía o hermana que ha sido exactamente lo que todos hemos querido alcanzar algún día.
Estoy convencida de que esta es una batalla más a la que tenemos que hacer frente juntas, ella ha sido siempre el bastón en el que yo me he apoyado cada vez que lo he necesitado, ahora lo que toca es invertir los papeles. Ahora la que necesita mimos y requiere cuidados es ella, la que me necesita a mi y nos necesita a todos es ella y yo solo espero poder estar a la altura, poder ser lo que ella espera de mi.
Diré que durante 22 años he conocido a muchas mujeres, he saboreado la sabiduría de otras muchas y he probado la calidez de sus manos amables pero nunca jamás he sentido con ninguna lo mismo que con mi abuela.
Está bien, pensará la gente que qué va a decir una nieta de su abuela, pero ella es diferente a todas las demás.
Hace muchos años se enfrento a la muerte cara a cara y supo jugar sus cartas, saco de dentro de sí misma la fuerza para enfrentarse a ese momento al que nadie quiere llegar y logró la victoria. Una victoria que va camino de 17 años. Yo ni siquiera lo recuerdo por que era pequeña pero no pasa el día en el que varias personas me recuerden su valía y fortaleza.
Ella es y siempre será el mejor regalo que la vida quiso darme, para mi y para todos los que tienen el placer de conocerla, no tengo conocimiento alguno de una sola persona que la haya dado la espalda. Miento, conozco a un médico ineficaz hasta el extremo, cobarde como el mismo e incoregible como nadie que sin duda hoy puedo decir es el causante de que una vez más la cama de un hospital sea su único refugio.

Desde aquí querida abuela te dedico mis palabras, esas que tantas veces te gusta leer, esas que se que tu valoras más que nadie. Me tienes a mi de principio a fin, no pienso soltar tu mano ni una sola vez en las luchas que ahora juntas tengamos que librar. Puedes relajarte porque te prometo que ahora seremos nosotros los que cuidaremos de ti, vamos a hacer que las líneas de tu vida solo sean trazadas rodeadas de sonrisas y alegría por que ahora es nuestro turno. Ahora es cuando la niña de los rizos y yo, entre otros, vamos a tomar las riendas de la situación y vamos a hacer que el único cansancio provenga de una alegría extrema porque todos te queremos, todos te amamos y admiramos y por si acaso no lo has sentido ya, te recompensaré con millones de abrazos y caricias todo el tiempo que sigas a mi lado.
Te quiero, te queremos y vamos a luchar por ti y por el miedo que nos da que te alejes.
Se que todos tenemos una hora, pero me niego a pensar que la tuya se acerca.
Esta solo es una piedra en el camino, una que juntas conseguiremos esquivar.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Buenas noches...

Buenas noches mi amor;
Quería decirte que te recuerdo, que no pasa un solo día en el cual no piense en ti...
Esta noche, durante la cena te hemos recordado, unos más profundamente y otros menos pero has estado con nosotros.
Es increíble como va pasando el tiempo y cada vez te siento más a mi lado, a cada paso que doy o con cada cosa que hago... Siempre pienso aquello de... ¿Qué le parecería si lo estuviera viendo?
Navidad... una época del año que a ti no te gustaba precisamente, pero que ahora cuesta algo más afrontarla sin ti.
Hacía tiempo que no te escribía, y no quiero que pienses que he dejado de pensar en ti. Cada día paso por delante de tu casa y muchas veces pienso... estará...?
Es imposible, ya lo sé, pero dejamé pues es mi manera de recordarte, y de asumir poco a poco que no estás y que nunca más volverás a estar.
De todos modos deja que te diga que aunque nos separe un muro infranqueable, que aunque vivamos en mundos o universos paralelos... la distancia que nos separa es el amor que nos une.
Pensamientos de Noche Buena, noches en las que no dejo de pensar que tal vez si tu estuvieras las cosas serían algo más sencillas o menos pesadas. Pero me alegra saber que donde quiera que estés... pensarás por poco que sea en mi.
Te dejo una canción, que certeramente se que amabas.